UN ACTO MAGISTRAL
Viernes, segundo día del evento, con todo el desfile de invitados y las conferencias de temas diversos parece increíble que estemos a punto de terminar con “Tiempos de Cine”. Luego de la proyección del largometraje “Encierro” del director Fernando Montenegro -claro ejemplo de que necesitamos mejores efectos especiales, aunque, también, es la prueba de que la improvisación es una buena herramienta-, se dio inicio a un conversatorio sin igual.
María Angélica Vega y Óscar Carrillo Vertiz iniciaron su exposición muy diferente al resto de invitado al evento organizado por la Facultad y Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Upao. Para empezar no se sentaron en la mesa ubicada en el estrado, sino que se quedaron al borde del escenario. Mientras Óscar usó el micrófono eventualmente, María no lo empleó en absoluto. Esta actitud, sin duda, incentivó una cercanía con los asistentes que descendieron a las sillas delanteras para oírlos mejor.
Entre las muchas técnicas actorales que revelaron sin duda imperó el saber apreciar la improvisación pues un guión, por muy bueno que sea, nunca podrá ser una camisa de fuerza. El director debe adaptarse al actor para dar forma al personaje que espera plasmar. También compartieron sus experiencias tatuadas en las diversas producciones que han realizado tanto dentro o fuera del país arrancado muchas risas con sus anécdotas y comentarios eventuales.
Por último, expresaron la necesidad de aprovechar las oportunidades que brinda el Perú, una tierra ancestral, donde todos los días pasa algo y donde siempre hay algo que hacer. Dependerá, al final, de los jóvenes el futuro de la producción audiovisual del Perú, sólo hará falta abrir bien los ojos, creatividad y tener la mente abierta a lo que nos pasa día a día.
(Edwin Rodríguez Cóndori)
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